La feminización del hombre como pretexto para la erradicación de la violencia contra la mujer11/18/2020 ![]() Foto: Vogue Magazine Cover, tomada de fb Me pregunto qué nos ha llevado a pensar que hacer menos hombre a los hombres ayuda a la erradicación de la violencia. El campo de la sexualidad y la identidad del ser humano se han convertido en la batalla cultural del siglo 21. Diversos medios, plataformas, organizaciones y lobbys, entre otros, bombardean continuamente a los niños y jóvenes con mensajes como el que vemos en la fotografía; "la biología no tiene nada que ver con la identidad". Bajo estos temas populares subyace pretensiones perturbadoras. La narrativa propuesta por los liberales o "progresistas" obvia verdades antropológicas y hechos constatables y científicos, que muestran una clara diferenciación entre hombres y mujeres. Intentar desarrollar un modelo de sociedad sobre falacias o subjetividades personales nos plantea serios problemas sociales, familiares, legales y morales, como ya se observa en muchos países. La incoherencia genera caos, confusión, fragmentación y deterioro social. Desplazar la verdad por una mentira, así sea creída por una mayoría, nos aleja de la oportunidad de hallar propuestas que le hagan bien a los hombres y a las mujeres. Años de investigaciones y estudios en medicina, biología, genética, embriología, neurociencia, endocrinología y otros demuestran la realidad y el hecho de dos sexos y sus diferencias en su físico, sexualidad, gustos, aptitudes, formas de percibir las cosas, resolver conflictos, conseguir cosas, procesar información, etc. Así que, estos elementos, no son exclusivos a la crianza o al condicionamiento cultural como pretenden hacernos creer ciertos colectivos, lobbys, ideólogos del género y los medios de propaganda masivos. Los cerebros del hombre y de la mujer, son incluso diferentes en estructura y funcionamiento. Los descubrimientos como por ejemplo en la neurociencia arrojan una indiscutible conexión entre cerebro, hormonas y comportamientos... sí comportamientos. "Es la naturaleza la que producirá dos sexos con aspectos diferentes, pero también con cualidades cognitivas diferentes basadas en un cerebro distinto, con una composición química, anatomía, riego sanguíneo y metabolismo diferente. Los propios sistemas que utilizamos para producir ideas y emociones, formar recuerdos, conceptualizar e interiorizar experiencias, resolver problemas, donde ubicamos nuestras pasiones, percepciones, toda nuestra vida intelectual y emocional, son distintos (Kimura, 2005). Las hormonas del ser humano revelan que somos distintos. "En los varones, las hormonas vasopresina se combinan con la testosterona para aumentar la agresividad. Este efecto sinérgico tiene también un efecto sobre su sentido de la paternidad, la interaccion social y la interacción sexual (Scott H. Liening y Robert A. Josephs, Social and Personality Psychology Compass). Hace unos pocos años atrás (2013), en Puerto Rico, siguiendo esta tendencia liberal progresista e ignorando la data científica validada, se trajeron materiales para ser implementados en el sistema educativo del país y reformular la educación a una basada en ideología de género. Dentro de los recursos y literatura para los niños se encontraba el cuento de Rosa Caramelo y Billy y el vestido rosa. Se defendió en aquél momento, por el gobernador del país y su secretario de educación, que esto era lo mejor para erradicar el bullying, y la violencia y para lograr igualdad entre los niños y las niñas. Sí, para erradicar la violencia y promover la igualdad entre los menores era necesario deconstruir a los niños, cuestionarles y desnaturalizar su identidad para lograr una aparente igualdad. No hay evidencia alguna de que despojar al hombre de su esencia e identidad masculina contribuya a erradicar la violencia. Las causas de la violencia hacia la mujer son multifactoriales y mientras se niegue atender los mismas, la violencia no solo continuará, sino que probablemente aumentará, ya que estos enfoques ideológicos sirven a otros propósitos y no para atender estos factores. La masculinidad no debe ser ridiculizada, ni demonizada, ni desvalorada, ni desdibujada; debe ser aceptada y celebrada. Necesitamos hombres que asuman su hombría con valentía y den un paso al frente ante los discursos de burla, de menosprecio, odio y mentira tan de moda. Los hombres son necesarios y un componente valioso para la vida de familia, para el desarrollo de la sociedad y para la estructura de un país. Atacarlos, feminizando su esencia, lejos de resolver nuestros problemas sociales los complica. Los hombres y las mujeres son iguales en valía y en dignidad, pero también son diferentes... diferencias necesarias que permiten la complementariedad a varios niveles. Juntos, hombres y mujeres, tienen la asombrosa capacidad de formar y hacer florecer naciones. La realización auténtica de los seres humanos comienza cuando nos aceptamos tal como somos; celebremos la masculinidad y la feminidad. Ellyam Verónica Martínez González
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AutorEllyam V. Martínez Consejera Profesional Licenciada. Especialista en familia. Certificada en Traumatología, Salud Mental y Adicciones. Intercesora en casos de Violencia Doméstica.. Archivos
Noviembre 2020
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